San Juan Pablo Segundo

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Oración a San Juan Pablo II

Querido Juan Pablo II:

Tú que nos invitaste a no tener temor y abrir de par en par las puertas a Cristo. Tú que nos visitaste y convocaste a ser testigos siempre fieles de su amor, tú, de corazón mexicano y de fervor guadalupano, de mirada luminosa y sonrisa de bondad, que nos amas y contemplas desde la casa del Padre ruega a Dios por nosotros y encomiéndanos a María, para que como tú hallemos fuerza, valor, paz y alegría en su cercanía y amistad, y de ti aprendamos y comuniquemos tu fe valiente e incansable, tu inquebrantable esperanza y caridad.

AMÉN

Juan Pablo II, de nombre secular Karol Jozef Wojtyla, nació el 18 de marzo de 1920 en Polonia. Fue el papa 264 de la Iglesia Católica, desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte en 2005.

Juan Pablo II, visitó a México en cinco ocasiones, durante sus treinta años de pontificado, desde su primera visita, fue adoptado como un papa mexicano.

Por sus cinco visitas, al México siempre fiel, Juan Pablo se reunió con representantes de todos los ámbitos.

En el último viaje de papa viajero, ofició una ceremonia de canonización de Juan Diego en la Basílica de Guadalupe, para ungirlo como el primer indígena elevado a los altares y el número 464 de su pontificado. Homiliada de Juan Pablo II, en la canonización de Juan Diego Cuauhtlatoatzin.

“Con gran gozo he peregrinado hasta esta Basílica de Guadalupe, corazón mariano de México y de América, para proclamar la santidad de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indio sencillo y humilde que contempló el rostro dulce y sereno de la Virgen del Tepeyac, tan querido por los pueblos de México”.

“Sólo Dios es poderoso y solo a los humildes les da gloria”

“Dios ha elegido a los insignificantes y despreciados del Mundo; de manera que nadie puede presumir delante de Dios (I Cor, 28, 29)”

LOS JUANITOS MENSAJEROS DE LA VIRGEN.

Es conmovedor leer los relatos guadalupanos, escritos con delicadeza y empapados de ternura. En ellos la Virgen María, la esclava “que glorifica al Señor” (Lc 1, 46), se manifiesta a Juan Diego como la Madre del verdadero Dios. Ella le regala, como señal, unas rosas preciosas y él, al mostrarlas al Obispo, descubre grabada en su tilma la bendita imagen de Nuestra Señora.

“El acontecimiento guadalupano -como ha señalado el Episcopado Mexicano- significó el comienzo de la evangelización con una vitalidad que rebasó toda expectativa. El mensaje de Cristo a través de su Madre tomó los elementos centrales de la cultura indígena, los purificó y les dio el definitivo sentido de salvación” (14.05.2002, n. 8). Así pues, Guadalupe y Juan Diego tienen un hondo sentido eclesial y misionero y son un modelo de evangelización perfectamente inculturada.

“Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres” (Sal 32, 13), hemos recitado con el salmista, confesando una vez más nuestra fe en Dios, que no repara en distinciones de raza o de cultura. Juan Diego, al acoger el mensaje cristiano sin renunciar a su identidad indígena, descubrió la profunda verdad de la nueva humanidad, en la que todos están llamados a ser hijos de Dios en Cristo. Así facilitó el encuentro fecundo de dos mundos y se convirtió en protagonista de la nueva identidad mexicana, íntimamente unida a la Virgen de Guadalupe, cuyo rostro mestizo expresa su maternidad espiritual que abraza a todos los mexicanos. Por ello, el testimonio de su vida debe seguir impulsando la construcción de la nación mexicana, promover la fraternidad entre todos sus hijos y favorecer cada vez más la reconciliación de México con sus orígenes, sus valores y tradiciones.

Esta noble tarea de edificar un México mejor, más justo y solidario, requiere la colaboración de todos. En particular es necesario apoyar hoy a los indígenas en sus legítimas aspiraciones, respetando y defendiendo los auténticos valores de cada grupo étnico. ¡México necesita a sus indígenas y los indígenas necesitan a México!

El Papa más mexicano

Todo México te quiere por sentirte mexicano.

Toda América te adora porque le hablaste de Dios.

Todo México te quiere por ser un guadalupano,

toda América te adora, desde Argentina hasta Nueva York.

Juan Pablo, Juan Pablo, Juan Pablo, Pablo el segundo

te quiere todo el mundo, pero México te quiere más.

Juan Pablo, Juan Pablo, Juan Pablo llamado El Grande

 México te ama bastante y por ti aprendió a llorar.

Juan Pablo, Juan Pablo, Juan Pablo y el santo Juan Diego

han sido los mensajeros de la Virgen del Tepeyac.

Juan Pablo, Juan Pablo, Juan Pablo, Pablo el segundo

aunque te aclame el mundo México no te olvidará.

Aunque Polonia es tu tierra, tu alma fue americana

porque también fue morena como la Virgen del Tepeyac.

Aunque Polonia es tu tierra y todo el mundo te aclama

no olvides que fue mi patria la tierra que te quiso más.

Juan Pablo, Juan Pablo, Juan Pablo, Pablo el segundo,

te quiere todo el mundo, pero México te quiere más

Juan Pablo, Juan Pablo, Juan Pablo, llamado El Grande

México te ama bastante y por ti aprendió a llorar.

Juan Pablo, Juan Pablo, Juan Pablo y el santo Juan Diego

han sido los mensajeros de la Virgen del Tepeyac.

Juan Pablo, Juan Pablo, Juan Pablo el segundo

aunque te aclame el mundo México no te olvidará.

Música y letra por Julio César Ballinas Becerra

 

 

Música y letra por Julio César Ballinas Becerra

Reseña

Juan Pablo II, todavía era Beato cuando busqué su imagen para difundirlo con una oración de los enfermos en etapa terminal, cuando me presentó la persona que me auxiliaba, varias imágenes con el color de la ropa diferente, le expresé que estaba difícil elegir, en virtud de que el Vaticano aún no definía la imagen definitiva de su santidad aún no lo habían canonizado.

Por una corazonada elegí finalmente el color de la ropa, que actualmente lleva una vez elevado a santo por el Papa Francisco, el 27 de abril de 2014.

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Oración a San Juan Pablo Segundo

No dejes que mi enfermedad consuma mi persona y sea el motivo de sufrimiento de mi familia.

Intercede por mi ante Jesús, el médico misericordioso de todos los enfermos.

Te prometo quedar agradecido por tu intercesión y venerarte con devoción el resto de mi vida.

AMÉN

Frases del recuerdo

La peor prisión es un corazón cerrado.

El hombre no puede vivir sin amor.

El respeto a la vida es fundamento de cualquier otro don, incluido el de la libertad.

DEJADME IR A LA CASA DEL PADRE” (sus últimas palabras pronunciadas en su lecho de muerte en 2005).